martes, 20 de marzo de 2018

2666




No tengo mucho tiempo, estoy viviendo. No tengo mucho tiempo, me estoy muriendo.
Roberto Bolaño; 2066.

2066 es una obra compuesta de cinco partes que giran en torno a la búsqueda del enigmático escritor Benno Von Archimboldi y a los feminicidios de Ciudad Juárez. A partir de aquí las historias se van diversificando y el libro recorre diferentes momentos del siglo XX que nos sitúan en las guerras mundiales, en la América de los Panteras Negras o en el manicomio donde estuvo recluido Leopoldo Panero. A pesar de encontrarnos ante una novela compleja y, dicen, inacabada, 2066 se ha convertido en un libro de referencia y en un hito que culmina la obra de Roberto Bolaño.

De todos los temas que aparecen en 2066, nos quedamos con uno que cobra especial relevancia debido a la situación por la que estaba pasando el autor: el tiempo que se agota. En este blog hemos comentando la forma en que el concepto tiempo aparece en diversas novelas, pero quizás nunca desde el punto de vista  que aquí se nos ofrece. En unos casos el tiempo se planteaba como algo flexible y moldeable y en otros como inexistente, pero para Bolaño se presenta de una forma cruel: eres joven pero el tiempo se escapa y te mueres. 

Todo ello da lugar a que todas las partes de la novela, y especialmente la última, estén marcadas por esa sensación de últimas oportunidades, lo que provoca una serie de interesantes reflexiones sobre el concepto tiempo desde el punto de vista de final de una vida. Entre todas esas ideas aparece, por ejemplo, la de los universos paralelos, que es la respuesta que da el personaje de Ansky cuando se pregunta sobre lo "que quedara cuando el universo muera y el espacio y el tiempo mueran con el". 

La lectura de 2066 es todo un reto a reflexionar sobre las ideas de mortalidad e inmortalidad, de realidad y apariencia o de destino, pero también de lo que significa ser escritor, del concepto de obra maestra y de las oportunidades que hemos de aprovechar para desarrollar nuevas vidas de acuerdo a nuestros principios ahora que todavía podemos.

Bolaño presenta sus sentimientos ante la pregunta ¿donde va el alma cuando el cuerpo muere? Aún sabiendo que detrás de toda respuesta inapelable se esconde una pregunta todavía más compleja.

"Toda esa luz está muerta -dijo Ingeborg-. Toda esa luz fue emitida hace miles y millones de años. Es el pasado, ¿lo entiendes? Cuándo la luz de esas estrellas fue emitida nosotros no existíamos, ni existía vida en la tierra, ni siquiera la tierra existía. Esa luz fue emitida hace mucho tiempo, ¿lo entiendes?, es el pasado, estamos rodeados por el pasado, lo que ya no existe o sólo existe en el recuerdo o en las conjeturas ahora esta allí, encima de nosotros, iluminando las montañas y la nieve y no podemos hacer nada por evitarlo" .

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