martes, 27 de agosto de 2024

El problema de las traducciones VI. Le Grand Meaulnes / Gatsby le Magnifique

Alain Fournier no fue una persona con suerte. El autor fallecía en 1914 a los veintisiete años en Verdun, durante luna de las primeras batallas de la Primera Guerra Mundial. Su cuerpo no fue hallado hasta 1991. 

En 1913 había publicado El gran Meaulnes, ahora un clásico de la literatura francesa y con el que estuvo a punto de ganar el premio Goncourt. Nunca pudo ver la repercusión que alcanzó su obra. 

Unos años más tarde, buscando un título para la novela que luego sería The Great Gatsby,  Fitzgerald se inspira en Le Grand Meaulnes, lo que no es sino otra prueba de la repercusión que la novela de Fournier tuvo en su momento.

Curiosamente, cuando The Great Gatsby se tradujo  al francés, el título elegido fue Gatsby le Magnifique. Mira que lo tenían fácil.

viernes, 12 de julio de 2024

Ubik

 

Escrita en 1969, Ubik nos presenta el año 1992 como una época en la que es normal que algunos individuos tengan poderes psíquicos tales como la telepatía o la precognición. No deja de resultarme curioso que Dick situara este tipo de realidad a tan solo veintitrés años de distancia. ¿Qué es lo que hubiera causado que el ser humano fuera capaz de obtener estas capacidades en tan corto espacio de tiempo? El LSD había dejado de ser legal en 1966, cuando la farmacéutica Sandoz cesó su producción, pero su consumo todavía estaba a la orden del día. Tal y como conocemos hoy la personalidad de Philip K. Dick no sería ninguna locura que hubiera llegado a imaginar un futuro en el que la experimentación con ciertas sustancias lisérgicas hubiera logrado expandir la mente humana y llevarla a lugares insospechados, convirtiéndonos en una especie de mutantes. Tampoco puedo olvidar que en 1963 apareció por primera vez en un comic el personaje de Charles Xavier, aquel científico mutante que dirigía la Patrulla X y que poseía la capacidad de leer y controlar la mente de los demás. En su caso, sus habilidades telepáticas fueron fruto de haber nacido con la mutación X, un gen creado por la editorial Marvel para explicar las mutaciones de algunos de sus personajes.

 

Creo que esta introducción es importante porque Ubik es una de las grandes obras de Dick y a veces me cuesta defenderla. A Ubik hay que acercarse desde la perspectiva del comic y desde el mundo contracultural de la costa oeste norteamericana de Estados Unidos a finales de los sesenta. A Ubik hay que acercarse como nos acercamos a la música de Frank Zappa, a quien se hace una ligera mención en La transmigración de Timothy Archer (1982) y de quien me gustaría recordar su pregunta “Does humor belong in music?”

 

 Luego ya podemos hablar de las teorías de Platón o de Berkeley e ir profundizado en todos los conceptos filosóficos que el libro nos ofrece.

domingo, 16 de junio de 2024

Nuevo periodismo


Cada cierto tiempo ocurre un hecho que, a pesar de su aparente insignificancia, logra cambiar la historia de la literatura. Uno de ellos sucedió el 16 de noviembre de 1959. Ese día, Truman Capote abrió The New York Times y en su página 39 encontró la noticia que contaba el asesinato de la familia Clutter. Seis años después se publicaría A sangre fría, libro que muchos marcan como el inicio del nuevo periodismo o de la ficción novelada.

Los antecedentes hay que buscarlos en la aparición de la televisión y su popularización en los años 50 del siglo XX, lo que supuso una auténtica revolución en la manera de difundir las noticias así como la aparición de  un consumidor más exigente que no solo buscaba los hechos, sino también algo más que los medios de prensa escrita de la época no eran capaces de ofrecer. El nuevo periodismo aportó elementos novedosos en la redacción de noticias como la profundidad psicológica de los personajes, la inmersión del propio autor/redactor en los hechos o la introducción de técnicas propias de la literatura.

De todas maneras, las cosas no suceden por casualidad y lo que ocurrió el 16 de noviembre no fue una mera cuestión de suerte. Gerald Clarke nos cuenta en su biografía sobre Truman que Capote ya estaba buscando un cambio en su forma de narrar y compara ese momento con unas palabras de Henry James en las que dice que las cosas no suceden por suerte, sino que son el resultado de estar alerta para reconocerlas. 

La relación de Capote con el periodismo ya había comenzado años atrás y no está mal recordar su relato The Muses Are Heard, en el que cuenta las peripecias de una compañía de ópera americana en Rusia o la entrevista que le realizó a Marlon Brando titulada El duque en sus dominios

El trabajo de Truman Capote abrió las puertas a una nueva forma de contar las noticias y de ficcionar los hechos reales, abriendo el camino a autores como Tom Wolfe, Norman Mailer o Hunter S. Thompson.  

Hay quien culpa a Capote de haberse apropiado de la creación del nuevo género que él mismo denominó "nonfiction novel". Además de ser un término engañoso (no hay novela sin ficción), él tampoco fue el primero en hacer esto, valga recordar obras como Hiroshima de John Hersey. Pero sí es cierto que (citando de nuevo a Gerald Clarke y su imprescindible biografía sobre Truman) "...nadie había llegado a escribir un relato verídico que pudiera leerse como una novela. Fue el primer novelista de talla que arriesgó su tiempo, su talento y s reputación en un reportaje tan largo..."

Y... entre tanto autor conocido, nunca está de más recordar Lillian Ross uno de los principales precursores del movimiento con dos obras que en su momento supusieron una auténtica renovación del periodismo How Do You Like It Now, Gentlemen? (1950), en torno a la vida de Hemingway, y Picture (1952) sobre la película de John Huston The Red Badge Of Courage.

sábado, 25 de mayo de 2024

Harper's Bazaar & Mademoiselle


Siempre he sido un gran admirador de los escritores de relatos breves. Admiro su capacidad para expresar todo un mundo perfecto en unas pocas páginas y nunca  he considerado estas ficciones como obras menores, un mero entrenamiento o un taller de experimentación para obras mayores. Los relatos breves tienen su propia razón de ser, su hueco en la historia literaria.

 

Hubo un momento, desde mediados de los años treinta a mediados de los años cincuenta del siglo XX, en que gozaban de una popularidad excepcional y sus novedades eran seguidas, por establecer algún tipo de imposible comparación, de la misma manera en que hoy se puedan seguir las series de tv. 

 

Lo curioso del asunto es que fueron dos revistas de moda, Harper’s Bazaar y Mademoiselle, las que publicaban los relatos más interesantes e innovadores de la época, pudiendo encontrar ahí obras de escritores como Virginia Woolf, Ray Bradbury o Carson McCullers. El responsable de que así ocuerriera fue George Davis, editor de primero de Harper’s Bazaar y luego de Mademoiselle, sin olvidar el apoyo que tuvo de sus redactoras jefas: Carmel Snow en la primera revista y Betsy Talbot en la segunda. Precisamente el hecho de que el principal objetivo de estas publicaciones fuera la moda y no la literatura, dio a Davis una libertad que nunca hubiera obtenido en las prestigiosas e intelectuales The New Yorker o The Atlantic. Harper’s Bazaar y Mademoiselle se convirtieron en un lugar de expresión para las ideas más avanzadas no solo en literatura, sino también en diseño y fotografía.

 

En el caso de Truman Capote, la publicación del relato Miriam en el número de junio de 1945 de la revista Mademoiselle, de A tree of Night en octubre en Harper’s Bazaar y de Jug of Silver en diciembre de nuevo en Mademoiselle le dio una repentina e inexperada visibilidad en el mundo literario norteamericano que le llevó a obtener en la primavera de 1946 el premio O. Henry a la primera obra publicada por Miriam. Lo demás es historia… o leyenda.


+info: Truman Capote, A Biography by Gerald Clarke

domingo, 5 de febrero de 2023

Música y literatura #2. Dan McCarthy / Hunter S. Thompson



Como si fuera un nuevo Pierre Menard reescribiendo el Quijote, Hunter S. Thompson llegó a mecanografiar, palabra por palabra, las más o menos 55.000 que aparecen en El gran Gatsby. Hunter quería llegar a ser un gran escritor y pensaba que de esta forma lograría encontrar las claves para escribir una obra maestra. No sabemos si fue esa la razón, pero no cabe duda de que lo consiguió, ya que fue capaz de escribirla (Miedo y asco en Las Vegas) e incluso de llegar a ser el inventor del denominado periodismo Gonzo, ese en el que el propio periodista es parte de la historia y en el que el contexto puede resultar más importante que la propia noticia. El primer artículo considerado periodismo Gonzo es El Derby de Kentucky es decadente y depravado, publicado en junio de 1970 en la revista Scanlam’s Monthly. Al año siguiente apareció Miedo y asco en Las Vegas y Hunter se convirtió en una leyenda viviente hasta su suicidio en el año 2005.

 

Uno de sus seguidores es el vibrafonista canadiense Dan McCarthy, quien en noviembre de 2022 publicó Dan McCarthy’s Songs of the Doomed: Some Jaded, Atavistic Freakout, disco inspirado en los textos de Hunter S. Thompson, por quien el músico siente devoción desde su juventud. La característica de este disco es el hecho de que la propia escritura sirve como base para la composición musical a través de un código denominado Gonzo Cypher, que convierte los textos en notas a los que luego se les aplica la técnica compositiva del serialismo. Una vez obtenidas las notas, el músico es libre de variar su orden y de aportar el tono, intensidad, velocidad… de la composición.

Para este disco McCarthy utiliza una formación que sigue la estructura utilizada por otro de sus ídolos, Gary Burton, en su quinteto de los años 70, que tenía la característica de utilizar dos guitarristas, vibráfono, bajo y batería y que podemos escuchar en discos como Ring (1974) y Dreams So Real (1976).

 

El disco es interesante no solo por la música y su búsqueda de nuevas formas compositivas, sino porque también nos ofrece por medio de sus títulos la oportunidad de recordar o profundiza en la vida y obra de Thompson y así tenemos:

 

WOODY CREEK. Pueblo donde el escritor residió gran parte de su vida hasta su fallecimiento.

 

HELL’S ANGELS.  Referencia al título del libro de 1967 Hell's Angels: The Strange and Terrible Saga of the Outlaw Motorcycle Gangs

 

SOME JADED, ATAVISTIC FREAKOUT. Palabras que aparecen en The Kentucky Derby Is Decadent and Depraved.

 

IRRESPONSIBLE GIBBERISH. Palabras de Hunter Thompson en una nota a Jann Wenner, director de la revista Rolling Stone cuando estaba a punto de acabar Fear and Loathing in Las Vegas, obra publicada por primera vez en dicha revista.

 

WE WERE SOMEWHERE AROUND BARSTOW. Palabras con las que comienza Fear and Loathing in Las Vegas.

 

KINGDOM OF FEAR. Referencia al libro Kingdom of Fear: Loathsome Secrets of a Star-Crossed Child in the Final Days of the American Century.

 

WHAT LIMES. Pregunta que aparece en Fear and Loathing in Las Vegas.

 

STRANGE RUMBLINGS IN AZTLAN. Artículo publicado en la revista Rolling Stone en 1971.

 

HIGH-WATER MARK, Referencia a Fear and Loathing in Las Vegas.

 

OWL FARM. Propiedad en la que se encuentra la cabaña de Hunter S. Thompson.

 

GONZO JOURNALISM ARTICLE #3. La palabra GONZO se utilizó por primera vez para describir el tipo de periodismo utilizado por Thompson en al artículo The Kentucky Derby Is Decadent and Depraved.

 

WHITE RABBIT. Canción de Jefferson Airplane relacionada con la cultura de las drogas psicodélicas y de vital importancia en el mundo de Hunter S. Thompson.

martes, 28 de junio de 2022

La asesina ilustrada




Creo que uno de los relatos claves para comprender a Vila-Matas es Chet Baker piensa en su arte (1990) en donde el escritor expresa su lucha interna por encontrar un balance entre George Simenon y James Joyce, entre Hullot y Finnegans, entre el éxito y la calidad, entre la tradición y la modernidad. Y ahora que vuelvo a sus primeras obras, veo que todo esto ya estaba presente desde el principio. En los años 70, a comienzos de su carrera, sin un gran bagaje literario pero decidido a ser escritor, EVM ya busca estructuras nada convencionales para contar historias que le puedan llevar a su consagración.

 

La asesina ilustrada (1977), segunda novela de EVM, fue escrita durante una estancia de dos años en París mientras vivía en una buhardilla alquilada a la escritora Margarite Durás. Esta época en Francia es vital para el desarrollo de su carrera como escritor y así queda perfectamente reflejado en París nunca se acaba, libro autobiográfico que nos cuenta sus días de aprendizaje literario y en el que encontramos tres datos muy interesantes para una mayor comprensión de La asesina ilustrada. El primero, que ante su falta de experiencia como escritor y para ayudarle a salir del bloque en el que se encontraba, Margarite Durás le proporcionó una cuartilla de instrucciones con trece puntos a tener en cuenta para escribir una novela. El segundo, que la inspiración de la trama le vino leyendo Cómo hacer una novela, de Unamuno, en la que se habla de libros que provocan la muerte de sus lectores. El tercero, que eligió la estructura de Pálido Fuego de Nabokov debido a que le parecía de alto nivel intelectual. Ciertamente, EVM apuntaba alto y puestos a tomar una referencia estructural, tomemos la de aquella que está considerada obra maestra por su inusual estructura, por ser uno de los mejores ejemplos de metaficción y por su anticipación del uso del hipertexto en la literatura. Las similitudes son claras para cualquier persona que haya leído Pálido fuego, que consta de un prólogo, una obra completa (Pálido fuego), unos comentarios y un índice onomástico. Una obra maestra que nos ofrece diferentes niveles de lectura y en la que incluso el propio Nabokov nos dice cómo leer la novela: comenzando por las notas, luego por la obra y una siguiente relectura de las notas.

 

Bajo mi punto de vista, Vila-Matas consigue una segunda novela muy interesante y que ya despierta cierta curiosidad. De ahí que Roberto Bolaño llegue a decir: “muchos salimos transformados después de su lectura, con la certeza de que algo había cambiado para siempre en nuestra relación con la lectura”. Y creo que eso es cierto. La Asesina Ilustrada es una obra entretenida a la vez que estructuralmente compleja, comenzado aquí, esa continua búsqueda que combine calidad literaria con éxito de público. 

 

Además de todos estos aspectos, hay otro que me atrae enormemente: la capacidad y la calidad con que EVM inventa nuevos universos literarios presentándonos biografías de autores ficticios con una verosimilitud que los hace prácticamente reales y con unas obras tan atractivas que lamentamos no poder encontrarlas en ninguna librería. ¿Quién no tuvo la tentación de preguntar por Perfidia de Vidal Escabia o el libro de memorias de Juan Herrera?  Y así, pues, de forma indirecta, mi vente vuela y mi cerebro no puede evitar relacionar La asesina ilustrada (1977) con La literatura Nazi en América (Bolaño, 1996) o con Historia universal de la infamia de (Borges 1930), todas ellas obras en las que los autores ficticios luchan por encontrar un hueco al lado de sus propios creadores.


+info

Enrique Vila-Matas

 



sábado, 25 de junio de 2022

De la música minúscula

 


De la música minúscula es un ensayo de Guillermo Lorenzo en el que nos encontramos con una atractiva reflexión en torno a los términos de arte y belleza. Obviamente, intentar dar respuesta en 59 páginas a preguntas como qué es el arte o qué es la belleza puede parecer (y de hecho lo es) una propuesta bastante atrevida. Sin embargo, hay en este libro una claridad expositiva que le hace ser un buen punto de partida para quien quiera adentrarse en publicaciones más académicas.

 

El autor establece una acertada distinción entre Música y música, Belleza y belleza, Arte y arte, con mayúsculas y minúsculas, a la vez que nos convence de la inutilidad de las escalas de valores y de las comparaciones para establecer la calidad de las producciones artísticas. 

 

De la música minúscula va dirigido a un lector eminentemente músical y seguidor de Jonathan Richman, Peter Astor, David Berman o Bob Dylan. A un lector que, sin renegar de los clásicos, busca el entorno cultural que le define como ser humano en unos mundos concurridos por una enorme minoría y que piensa que se puede encontrar belleza en obras que, aunque minúsculas, pueden dar un sentido pleno a la vida.


+ info Eolas Ediciones



sábado, 24 de abril de 2021

Collage Sonoro

 
















Aunque es cierto que ya hay precedentes de haber realizado collages en China hace más de 2.000 años, no es hasta el siglo XX en que el ensamblaje de objetos encontrados y/o imágenes provenientes de otros medios adquiere una identidad artística propia gracias a artistas como Braque y Picasso. 

 

En el campo musical ocurre algo parecido. Según algunos críticos, ya Mozart en D. Giovanni o Mahler en sus sinfonías y, sobre todo, Charles Ives en Central Park in the Dark son precursores en el collage sonoro, aunque refiriéndose aquí al hecho de introducir de forma consciente melodías de composiciones anteriores en sus obras. Para llegar a lo que hoy entendemos por collage sonoro, también tenemos que esperar al siglo XX. Es entonces cuando aparecen las técnicas que permiten la grabación y edición de sonidos que puedan llevar a cabo el ensamblaje de diferentes fragmentos sonoros que no estaban relacionados entre sí con el objeto de crear una nueva composición.

 

La obra de Walter Ruttmann, Wochenende (1930) pude considerarse como el primer ejemplo de collage sonoro de la historia: ruidos/sonidos de la vida cotidiana e independientes entre sí, son liberados de su contexto para producir una composición con un nuevo significado. Curiosamente, la obra sonora está presentada en formato cinematográfico, con una pantalla en negro. ¿La razón? Las técnicas de grabación discográfica de la época no permitían más de unos pocos minutos para los discos, mientras que las grabaciones sonoras cinematográficas permitían mucho más y así estamos ante una obra de 11:20 minutos.

 

Sin saberlo, Ruttmann está adelantando la música concreta, término introducido por Pierre Schaeffer en lo años cuarenta. Una fecha para la historia es el 5 de octubre de 1948, cuando se realiza el primer concierto de música concreta y en el que Scheffer presenta Cinq études de bruits. Uno de ellos es Étude aux chemins de ferensamblaje sonoro realizado a partir de diferentes sonidos de trenes, cada uno grabado en un disco de vinilo diferente y reproducido en su propio plato-giradiscos. Algunos de ellos eran “locked grooves”, lo que permitia una reproducción sin interrupción, inventando algo tan familiar hoy en días como es el loop musical y, en realidad, un primer avance a una de las formas más habituales de crear música en el siglo XXI y base de programas como Ableton Live.

 

Visto desde la distancia, el trabajo realizado por Schaeffer para obtener sus fuentes de sonido era agotador. Tenía que buscar los sonidos, grabarlos, prensar un vinilo para cada sonido y reproducirlos de forma independiente en su propio giradiscos para llevar a cabo una interpretación. 

 

Hoy en día las cosas han cambiado mucho. La llegada del ordenador y de Internet ha provocado un vuelco tremendo en la composición de los collages sonoros, ya que no necesitamos realizar aquellas arduas tareas y podemos ir a páginas como Archive o Free Sound para tener acceso a infinidad de sonidos e imágenes que se pueden modificar. Y es en este contexto en el que aparece la obra de Vicki Bennet bajo el nombre de People Like Us. Su trabajo comenzó con collages sonoros realizados a partir desonidos encontrados en películas de súper 8, cintas VHS o en cualquier otra fuente/archivo sonoro analógico que llegaba a su alcance hasta la llegada de Internet. Es entonces, con la digitalización del sonido cuando todo cambia, desde el acceso hasta la facilidad de modificación y manipulación o la difusión. 

 

Cuando uno accede por primera vez al trabajo de People Like Us no puede dejar de caer en el juego de las adivinanzas: ¿Qué sonido es éste? ¿Qué canción suena? Necesitamos tiempo para para proceder a la inmersión en su obra y dejar el hecho anecdótico. Su obra, como todo buen collage, toma una identidad propia a partir de sus partes individuales, pero también es un desafío a la forma en que el mundo del arte está organizado y son varias la preguntas que se nos plantean: sobre la libertad o no de usar cualquier imagen y sonido, sobre su manipulación, su gratuidad, los derechos de autor y su uso libre en la red. 

 

Lo curioso es que no recuerdo ningún tipo de debate sobre el uso de imágenes /textos encontrados en revistas o libros en los collages plásticos, incluso aunque tuvieran derechos de autor. Es más, creo que es algo asumido como normal. Pero con el audio y la imagen en movimiento (especialmente la música y películas comerciales) la realidad es otra. Sea lo que sea, el debate está servido, pero ahora que me acuerdo, quizás todo esto ya lo contó Borges en Pierre Menard, autor del Quijote.



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Ver Walter Ruttmann Wochenende


Escuhar Music Sounds Better With Me. People Like Us


Ver DrivingFlyingRisingFallin. People Like Us


People Like Us Website




jueves, 1 de abril de 2021

Grapefruit / Yoko Ono



Grapefruit (Yoko Ono, 1964) es un libro de artista que se ha convertido en uno de los principales referentes del arte conceptual. La obra es uno de los primeros ejemplos editados de ‘event scores’ (partituras para eventos) o, lo que es lo mismo, instrucciones de cómo realizar una acción para convertirla en una obra de arte performática.

 

Las 150 partituras (scores) que comprenden la primera edición del libro están divididas en varios apartados y uno de ellos está dedicado a las acciones sonoras. Así pues, nos encontramos, por ejemplo, con Voice for Soprano, en donde se nos induce a cantar contra el viento, contra un muro y contra el cielo. Pero también hay dentro de este apartado musical tres partituras que implican la grabación de sonidos: Tape Piece I nos ordena grabar ‘a stone ageing’, Tape Piece II ‘the sound of the room breathing’ y Tape Piece III ‘the sound of the snow falling’.

 

El término ‘event score’ tuvo su origen en el músico y teórico Henry Cowell y se usó para describir una serie de instrucciones sencillas y que se alejaran de la complejidad que algunos happenings pudieran tener. Así pues, el artista se convierte en un compositor que ofrece al espectador la posibilidad de ser el elaborador de la obra de arte, siendo ahora sí, el público el que finalice la obra por medio de su materialización y aportando su propia interpretación y futuras reinterpretaciones. 

 

De todas formas, hay algo curioso en todo esto, y conviene recordar que el manifesto Fluxus data de 1963. Yoko Ono publicó Grapefruit en 1964 y dos años antes, en 1962, Julio Cortázar ya había publicado su libro de relatos Historias de Cronopios y Famas que incluye sus célebres siete relatos de instrucciones que en realidad no desmerecen nada de cualquier otro ‘event score’, por lo que el libro de Cortázar se anticiparía al de Yoko One en publicar este tipo de obras. 

 

Sin embargo, es cierto que los mundos intelectuales a los que apuntan son totalmente diferentes. Yoko Ono dirige su libro al mundo del arte conceptual y tiene la intención de editar un libro de ‘score events’ en el que el lector participe de la obra, mientras que Cortázar lo dirige al mundo literario y a la experimentación sin la intención directa de que el lector cumpla sus instrucciones. Pero hay algo que las une: la obra de Yoko Ono tienen gran parte de poesía y la de Cortázar tiene mucho de vanguardista. 

 

No estamos hablando aquí de plagios ni de ideas copiadas. Los ‘event scores’ existían antes y Yoko Ono ya tiene datados algunos de los publicados en este libro en 1961. Pero sí que nos surge la pregunta: ¿sabían los Fluxus de Cortázar? Parte de la respuesta se encuentra en una entrevista que Nelson Rivera (Catedrático en la Universidad de Puerto Rico y comisario artístico) realizó a John Cage en 1987 y en donde comenta literalmente: “una de las alegrías de esta conversación fue introducir a Cage al trabajo de Julio Cortázar”. Por lo tanto, parece difícil que otros Fluxus conocieran la obra de Cortázar, y eso que en 1963 Cortázar ya había publicado Rayuela, por lo que no dejaría de asombrarnos la gran distancia y desconocimiento existente entre la vanguardia literaria y la artística.


Este texto añade un nuevo punto de reflexión en torno a las ideas que están en la base de nuestro proyecto Program Noise. Partiendo de la música programática, del ‘score event’ y de obras como Roratorio de John Cage, Mind Revolution tomamos la obra de Cortázar Instrucciones para cantar como punto de partida para una forma de composición musical libre de las ataduras


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Yoko Ono / Grapefruit

Mind Revolution / Program Noise

domingo, 14 de marzo de 2021

Ann Rosén / Silent Sound Spaces

 


En abril de 2005, la artista sonora y compositora sueca Ann Rosén, presentaba el proyecto Silent Sound Spaces. El objetivo era el de crear una escultura de silencio en un entorno público ruidoso. El visitante podía ir a la búsqueda de ese silencio o esperar a quedarse atrapado por él. 

Técnicamente, el proyecto utiliza el concepto de "anti-sonido", es decir, se cancela la fase sonora con el objetivo de lograr el silencio, creando un espacio tridemensional en el que el contraste entre la parte silenciosa y la sonora es tan enorme que casi se puede tocar la zona que las limita. 

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jueves, 17 de septiembre de 2020

V. by Thomas Pynchon






































Thomas Pynchon es un escritor controvertido. Sus obras son merecedoras de las mayores alabanzas, pero también de los mayores desdenes. Por una parte, están los lectores que ven su producción literaria como un enorme lío, una gran amalgama de historias y personajes. Sin embargo, para un amplio grupo de seguidores es uno de los principales renovadores de la novela norteamericana y un personaje de culto al que se le dedican multitud de charlas, libros, páginas web…

 

Para comprender V. hemos de ir a principios de siglo XX. Al año 1900 y a La interpretación de los sueños de Freud. A 1918 y la publicación de The Education of Henry Adams. A 1920 y a las teorías surrealistas. A 1929, año mágico del modernismo en que se publican Tractatus Logicus-Philosoficus, Ulysses y The Waste Land. Si a ello añadimos las nuevas teorías científicas surgidas en la primera mitad del siglo XX, el resultado es V. una novela postmodernista que surge de estrategias modernistas.

 

El hilo argumental es sencillo. La búsqueda de V. en la que están involucrados Stencil y Profane. En principio un argumento sencillo, pero presentado por medio de una estructura de gran complejidad: niveles narrativos entrelazados, personajes que hablan de sí mismos en tercera persona, historia que se mezcla con ficción, punto de vista del narrador que se difumina con el de los personajes o la misma V., una mujer que nunca aparece definida y que nunca sabremos si hemos encontrado o no. Ya no estamos ante la realidad del humanismo. Nuestra realidad es la del siglo XX, la de Freud y el surrealismo, una realidad que no solo abarca lo tangible sino también las ideas y los sueños. Una realidad en la que todo es posible.

 

Muchos críticos y lectores no olvidan la formación científica de Pynchon y creen que V. supone una especie de anticipación, en forma de literatura, a las teorías del caos. Es por eso por lo que buscar el orden al caos de V. y encontrarlo significa acceder a una nueva forma de arte literario hasta entonces nunca visto. Pero esta no es tarea fácil y sobre todo se necesita un lector activo que realmente “desee” penetrar en las entrañas de la novela, que esté dispuesto a dedicarle tiempo, a buscar relaciones e interconexiones y por qué no, a leer V. con una guía de lectura. 

 

El arte surgido a partir del siglo XX no siempre es fácil. Cuando vamos a un museo de arte contemporáneo muchas veces necesitamos una explicación, algo que nos introduzca en el cuadro, en la performance, en la obra visual o musical y nos haga comprenderla en toda su magnitud. ¿Por qué no se suele hacer esto con la literatura? ¿Por qué pensamos que necesitamos ayuda para entender un cuadro, pero no para leer un libro? ¿Qué hay de malo en utilizar un guía para leer V.? 

Pynchon, más que un escritor, es un artista. Un narrador que escribe novelas “de autor” al igual que Lynch o Bergman filman películas “de autor”. V. es más que una novela, es una obra de arte del siglo XX y, como muchas otras, también necesita una explicación.

miércoles, 12 de agosto de 2020

Estrella Distante











































1996 es un año clave para Roberto Bolaño ya que es cuando se publica Estrella Distante, obra con la que comienza a tener cierta repercusión en el mundo literario hispanoamericano y donde comienza su asalto hacia la disolución de las categorías genéricas. Pero sería injusto hablar de Estrella distante sin referirnos a La literatura Nazi en América. Pensamos que las dos novelas forman un conjunto inseparable y que no se puede entender toda la grandeza de ED sin antes haber leído LLNEA. 


Estrella distante
Estrella distante está escrita desde la nostalgia del ausente, del emigrante que valora y reflexiona sobre la historia de su país desde la distancia. No cabe duda que esa estrella hace referencia a la única que aparece en la bandera de Chile, a esa ilusión perdida con el asalto a la Casa de la Moneda. La novela tiene varios niveles de lectura, siendo la revisión de la historia chilena, así como la presentación del mundo de la vanguardia poética en Chile en los años 70, los más evidentes. También destaca el hecho de que ED tenga la estructura de una novela policiaca, negra, criminal… algo que luego sería común en la obra de Roberto Bolaño. Pero a nosotros nos gustaría destacar (centrarnos en) dos aspectos que se encuentran en la pequeña nota introductoria a la historia.

En primer lugar, está el asunto del narrador de la historia. Como Bolaño nos cuenta, Estrella distante es una ampliación de una historia anterior, la del teniente Ramírez Hoffman, que aparecía en el último capítulo de LLNEA. Además, nos dice que dicha historia llega a su conocimiento gracias a Arturo Belano “quien no quedó satisfecho con el resultado final” y, por tanto, se deciden a reescribirla. Sin embargo, en el relato original que aparece en LLNEA, el propio Bolaño es uno de los personajes principales y el narrador de la historia: “Es entonces cuando vuelva a aparecer en escena Abel Romero y cuando vuelvo a aparecer en escena yo”. Por si quedase duda de quien fuera ese YO, la novela acaba con estas palabras de Romero: “Cuídate Bolaño, dijo finalmente y se marchó”. Es decir, en su primera versión se ve claramente que la historia la vivió el propio Bolaño (sin ninguna mención a Belano) y en esta segunda versión se convierte en el relator de la historia de otra persona. 

Los primeros lectores de ED se harían sin duda alguna estas preguntas: ¿Quién es Arturo Belano? ¿De dónde sale? ¿Por qué hay un cambio de narrador? Todo esto no sería más que una mera anécdota e incluso alguno de los primeros lectores podrían considerarlo un error. Pero hoy en día sabemos que estamos ante la primera mención que se hace a este personaje vital en la obra de Roberto Bolaño, creado para servirle de alter ego y que aparecerá en varios relatos, en Amuleto y, sobre todo, como uno de los protagonistas de Los detectives salvajes. 

Algo tuvo que ocurrir en la mente de Bolaño entre la publicación de las dos novelas para realizar este cambio, una jugada maestra que ha tenido una especial repercusión en su obra literaria posterior, ya que con la creación de su alter ego aparece un nuevo espacio narrativo en el que el escritor puede ofrecer aspectos biográficos e identitarios al mismo tiempo que se puede permitir cierta irrealidad en su comportamiento. 

Pero quedémonos con una idea: los lectores posteriores de la obra de Bolaño tienen más información que los primeros lectores. No es lo mismo abordar la obra de un autor después de saber el lugar que ocupa en la historia literaria y de recibir información sobre sus personajes, alter egos, relaciones entre obras… que afrontar una lectura primera sin referencias. Conclusión: obviamente no todos los lectores interpretan la obra de la misma manera y el momento en que lo hagan, unido a su conocimiento sobre la obra condicionará su interpretación.

Y esto conecta directamente con el segundo asunto que destacamos de la introducción: la mención que se hace al “fantasma de Pierre Menard.

Pierre Menard. Autor del Quijote (1939), es un relato de Borges en el que el protagonista (PM) es un escritor que en el siglo XX reescribió los capítulos nueve y treinta y ocho del Quijote, así como un pequeño fragmento del veintidós. En realidad, su reescritura era una copia ya que los reprodujo letra por letra tal y como eran, pero Menard mantenía que ese Quijote era el suyo y no el de Cervantes. ¿Por qué? Porque él había escrito esos capítulos del Quijote no como lo hubiera hecho Cervantes, sino como una persona del siglo XX, es decir,con otras ideas en su mente, en otro tiempo y con diferentes conocimientos, experiencias e intenciones, por tanto, dando un valor diferente a las palabras del Quijote. Su teoría: las historias no dependen solamente del escritor, sino de quien las lea y en qué tiempos, ya que llega un momento en que el escritor no tiene dominio sobre su obra y ésta pertenece al lector.

Este relato sirvió a Borges para establecer, bastante antes que Barthes, el tema de la muerte del autor y el hecho de que serían los propios lectores quienes finalizaban la obra. 

Esta sola mención a Pierre Menard sitúa al lector en un contexto determinado en el que Bolaño sobre entiende que ha leído el relato de Borges o al menos lo conoce y es consciente de su valor en la historia literaria y del pensamiento, ya que de otra forma nunca llegará a comprender varios de los significados que Estrella distante lleva implícita, como son los ya indicados de la re interpretación de la tradición cultural e histórica, la muerte del autor y la superioridad del lector sobre ese propio autor. 

Como vemos, estamos ante una novela que ya desde el principio apunta a no ser solamente un relato de unos hechos históricos, sino que también intenta enmarcarse dentro de una determinada tradición literaria, dirigida a un lector que sea consciente de ciertos conocimientos y reflexiones anteriores. El asunto no es baladí ya que mientras Bolaño apunta el tema del narrador de una obra literaria lo que en realidad hace es relacionarlo con la forma en que se pueda (re)escribir la Historia y la forma en que ésta pueda pasar al futuro.

Obviamente, estamos seguros que Bolaño no pensó en nada de esto cuando escribió la nota a ED, pero sí que nos otorga con esa nota el derecho a escribir todos esto, a convertirnos en los nuevos Pierre Menard, a reescribir su historia, a ser los lectores que se apoderan de su obra y poder contar nuestra deducciones e interpretaciones para que no deje nunca de tener vigencia y se convierta en una obra eterna.


La literatura Nazi en América
La primera sorpresa de LLNEA es su estructura. Aunque la primera edición de Seix Barral nos la presenta como novela (tal y como se lee en su portada), su forma no es la propia de una novela, o al menos de una al uso con trama y desenlace. Su estructura es la de un manual literario que nos introduce 30 autores ficticios (4 mujeres y 26 hombres) agrupados en trece apartados/capítulos bajo títulos tan variados como Los Mendiluce, Letradas y viajeras o Los poetas malditos. De todos estos escritores (asociados de una u otra forma con partidos de derechas o movimientos nazis / fascistas) Bolaño nos cuenta su vida, enumera obra e incluye en muchos casos argumentos, fragmentos y hasta aspectos críticos. El libro finaliza con un apéndice (añadir título) que añade referencias a libros, editoriales, revistas… . Si hay algo que nos queda claro, es que la capacidad creativa de Bolaño es inmensa.

Pero LLNEA es una obra especial, ya que no solamente tenemos dificultad en clasificar el tipo de texto, sino que también hay otro aspecto que nos dificulta definir el género de esta obra, como es el que los escritores que aquí aparecen nacieron entre 1880-1962 y fallecieron entre 1940-2017. Por tanto, si LLNEA se editó en 1996 ¿en qué año situamos la acción y la escritura del manual? ¿Quién es ese Bolaño que aparece en la historia? ¿Es el propio autor que siendo ya consciente de su mortalidad/enfermedad se intenta situar más allá de lo que espera vivir? ¿Qué tipo de obra estamos leyendo, un manual literario de ciencia ficción? Y por si eso fuera poco, la posterior publicación de ED, su obra espejo, le dará nuevas lecturas y una nueva dimensión porque entonces también podríamos estar hablando de hipertextualidad, metatextualidad e intertextualidad.

Una vez inmersos en su lectura, vemos que está contada por un narrador en tercera persona cuyo tono logra crear cierto distanciamiento entre el lector y los hechos. Seguimos las historias con el ritmo marcado por la repetición de la estructura y vamos conociendo unos personajes que parecen tan reales que en varios momentos estamos tentados de comprobar si realmente existieron o no. Sobre todo, teniendo en cuenta que Bolaño los hace convivir con personajes históricos. Así, por ejemplo, Jin O’Bannon comparte vivencias con Allen Ginsberg, con quien incluso llega a pelearse.

Pero la clave de la novela y la sorpresa llegan en la última entrada del manual, la dedicada a Ramírez Hoffman, el poeta vanguardista que realiza acciones de poesía aérea y macabras instalaciones fotográficas a partir de sus asesinatos; el teniente del ejército de Pinochet que tendrá una nueva vida bajo el nombre de Wieder. En este momento es cuando se abandona la tercera persona y es el propio Bolaño, en primera persona, quien toma la voz, pasando a un estilo más propio del relato que de un manual de literatura. Un cambio que en cierta manera nos integra en la historia y nos hace conscientes de todo el horror que acabamos de conocer.

LLNEA es una obra extraña pero clave en la producción literaria de Bolaño, no solamente muestra su afán por encontrar nuevas estructuras narrativas, sino que también adelante personajes y hechos Teo bras posteriores. Siempre cabe la fácil tentación de relacionarla con Historia universal de la infamia de Borges, pero una lectura de ambas obras nos hace ver que aquí estamos ante algo realmente diferente.

martes, 3 de marzo de 2020

Una interpretación de lo encontrado































'Una interpretación de lo encontrado' (lea020) Juanjo Palacios & Mind Revolution





Los hórreos y las paneras son dos de los elementos más singulares de la arquitectura popular asturiana. La etnografía y otras disciplinas científicas han analizado detalladamente estas construcciones y multitud de escritos e imágenes dan testimonio de su gran valor patrimonial. 


Pero, ¿qué sucede si el acercamiento a los hórreos y paneras es a través de la escucha, lo sonoro y la práctica artística contemporánea? 

Con el fin de dar una respuesta a esta pregunta, Juanjo Palacios y Mind Revolution se asociaron para realizar una investigación artística en torno al sonido en hórreos y paneras de las localidades de Trubia y Veranes (Asturias, España) 

La investigación se centró en el concepto de activación sonora. Para llevarla a cabo los artistas intervinieron sobre los distintos elementos que conforman la arquitectura del hórreo o panera y sobre todo lo que encontraron en y bajo su estructura, para hacer que emitieran sonidos, resonaran y vibraran. 

El resultado final de la investigación es esta obra sonora creada a partir de una serie de muestras sonoras y grabaciones ambientales recogidas durante el proceso de activación, con la que se pretende hacer una interpretación desde el campo del arte sonoro de la situación actual de dichas construcciones. 

Esta obra sonora fue parte de la instalación artística contemporánea Una interpretación de lo encontrado / Paisaje (con)centrado creada por Virginia López, Juanjo Palacios y Mind Revolution en el marco de los encuentros “Habitantes Paisajistas 2019” para acompañar La Piedra del Rayo (un hacha pulimentada de origen neolítico perteneciente a la colección de la Villa Romana de Veranes y hallada durante la excavación del horreum de la villa) en la exposición "La piedra del rayo y el horreum de Veranes” realizada en el Museo Termas Romanas de Campo Valdés de Gijón. 

viernes, 13 de diciembre de 2019

Ulises / Ulysses






































El 2 de febrero de 1922, tras siete años de intenso trabajo que incluyeron múltiples correcciones, versiones y luchas contra la censura, se publica Ulises. Ese día, el concepto de novela y de narrativa cambia radicalmente y desde entonces ya no se hablará solamente de presentación, nudo y desenlace. Con Ulises se desactivan todas las normas gramaticales y las convenciones narrativas: el propio lenguaje pasa a ser el centro de la obra y la narración o tema por sí solos ya no importan nada. La forma predomina sobre un argumento que simplemente nos cuenta un día en la vida de Leopoldo Bloom. 

A finales del siglo XIX y principios del XX, la literatura estaba dominada por el realismo, un tipo de novela en el que las historias se presentan con un orden y una linealidad temporal cronológica. Pero Joyce no cree que ese naturalismo presente la verdadera realidad, ya que para que una cosa suceda no tiene que haber concluido totalmente la anterior. La verdadera realidad es caótica y los pensamientos no se nos presentan en orden sucesivo, si no que se van mezclando con nuestras meditaciones, nuestras palabras y las sensaciones producidas por los sentidos. La vida real no es realista. Con Ulises la lógica narrativa deja de existir.

Técnicamente, Joyce incorpora múltiples innovaciones entre las que destaca el Stream of Consciousness, ese uso del monólogo interior que quizás sea la parte más llamativa y comentada del libro, pero hay mucho más:  la inaudita constante utilización de prácticamente todas las figuras retóricas conocidas y el uso de diferentes tipos de lenguajes literarios, desde imitaciones de Shakespeare hasta el lenguaje periodístico. También el uso de las interminables enumeraciones, por citar otra de las curiosas aportaciones utilizadas más adelante por infinidad de escritores. Todo esto y muchas cosas más hicieron que Ulises fuera la novela más avanzada y vanguardista que se hubiera publicado hasta el momento.

Sería muy difícil expresar en pocas líneas todo lo que la novela significa. Para un acercamiento mayor ya hay infinidad de estudios publicados sobre cualquier aspecto que la novela pueda tocar. Pero nos gustaría recomendar Ulises y también decir que no hay que obsesionarse con su lectura, que es un libro para disfrutar del lenguaje y quizás para leer en voz alta. Además, ya que no hay una historia ni un argumento del que disfrutar o que mantenga la intriga, se puede leer hoy un capítulo y otro dentro de una semana o un año. Y tampoco hay que acabarlo ni leerlo linealmente para disfrutarlo. Se puede leer a trozos y puede que nunca lo leamos completo: no es necesario. 

Pero sí recomendamos que, de leerlo, no se pierdan ese maravilloso monólogo interior de Molly Bloom en el último capítulo. Léanlo en voz alta y pronuncien sus últimas palabras marcando fuertemente esa última mayúscula: “… and I said yes Yes”.