miércoles, 12 de abril de 2017

David Bowie / David Bowie




El 1 de junio de 1967 The Beatles publicaron Sgt Peppers Lonely Hearts Club Band, uno de los discos más influyentes y valorados de la historia. Curiosamente, ese mismo día también se editó David Bowie, el disco más despreciado y menos valorado de su autor.  Pero si le dedicamos un poco de tiempo, las cosas podrían cambiar un poco y quizás este disco tenga más valor del que en principio se pensaba, ya que aquí aparecen varios  aspectos que Bowie desarrollaría posteriormente en su carrera.

Quizás lo más destacable sea que Bowie presenta una propuesta sonora muy diferente a los sonidos de moda y a la psicodelía que poco a poco se iría imponiendo. Al contrario de muchos de sus contemporáneos y de lo que normalmente se piensa, Bowie no desarrolló su música a partir de las raíces del rythm’n’blues y de los sonidos negros americanos; su influencia estaba en el music-hall y en el teatro. La propia instrumentación del disco ya lo demuestra: solamente una guitarra, acompañada de piano, bajo, metales, maderas y cuerdas. Si a esto añadimos que el single Rubber Band vio la luz el 2 de diciembre de 1966, Bowie se adelanta en más de seis meses al comentadísimo y admirado uso de instrumentos de metal y madera que los Beatles hicieron en el mencionado Sgt Peppers.

Por otra parte, la voz de Bowie pretende ser la de un actor que nos cuenta una serie de historias sorprendentes: el soldado Frankie sospechoso de abusos de menores (Little Bombardier), el problema de identidad sexual de una soldado que está en el ejército solamente para ligar con chicas (She’s Got Medals); en otro momento nos cuenta la vida de un asesino de niños (Mr. Gravedigger) o pretende “legalizar el aborto masivo y hacer la vista gorda al infanticidio” (We are Hungry Men).

El disco fue un fracaso y ni siquiera Bowie lo tuvo nunca en consideración. Casi siempre aparecía en versiones de saldo baratas y nunca fue objeto de una reedición decente hasta el año 2010 en que se presentó una edición “deluxe” con las versiones mono y estéreo junto a varios singles y grabaciones inéditas. Decididamente, no es este un disco fácil, pero sí es un documento de un valor incalculable para todo amante de la música que quiera completar y comprender en su totalidad una de las carreras musicales más impresionantes de toda la historia.

Como curiosidad final, probablemente Mr. Gravedigger sea la primera canción pop hecha completamente con grabaciones de campo: la voz de Bowie sobre una base de lluvia, truenos, pájaros… y ningún instrumento convencional. ¿Arte sonoro en el pop de 1967? 






1 comentario:

Fernando Rodríguez dijo...

Tengo alguna de esas canciones en un recopilatorio, tendré que dedicarles una escucha atenta.
http://encimadelastablas.blogspot.com.es
http://fernanfotos.blogspot.com.es