sábado, 7 de marzo de 2009

Las horas del verano


































¿Para qué sirven los recuerdos? Las horas del verano nos plantea una situación en la que tres hijos deben decidir lo que hacen con la casa familiar a la muerte de la madre. Una casa llena de obras de arte, con cuadros de Corot, y en la que vivió un tío abuelo, pintor francés de gran fama.


El valor del pasado nos es el mismo para todos. Lo que unos dan por supuesto, ni siquiera se lo habían imaginado los otros. ¿Por qué no es moralmente correcto olvidarse del pasado? ¿Por qué estamos obligados a agarrarnos a algo que ya no nos dice, ni nos dirá nada?

Los recuerdos sólo se mantienen y son positivos mientras que fueron presente, durante un momento de nuestra vida y bajo una situación determinada. Luego, las circunstancias y las personas cambian así como los intereses que dirigen nuestras vidas.

Los objetos, al igual que los recuerdos, sin el entorno que les dieron vida pierden su función, de manera que si un jarrón ya no se utiliza para poner flores ya no sirve si no para ser expuesto en un museo como obra de arte. La cuestión es si debe prevalecer el valor sentimental que va unido al objeto como recuerdo de familia o su valor material como pieza de arte. La película nos hace reflexionar sobre el carácter impersonal de los museos donde se exponen cuadros o muebles que antes tuvieron memoria y vida, planteando algo en principio impensable como que un museo pueda ser una institución obsoleta o carente de sentido, a donde van los recuerdos que ya nadie continua.

2 comentarios:

ShopGirl dijo...

La tendre en cuenta!

beso grande!

Carles dijo...

Que bien que también os decidáis por comentar películas.
'Las horas del verano' no me convenció, a pesar que ha sido uno de los títulos más prestigiosos del pasado año. Sólo me interesaron un par de momentos.
La verdad es que mi relación con Olivier Assayas no es muy buena. Por ejemplo, 'Demolover' la encontré fallida. En fin.

Un abrazo.